Hola, queridos y rescatados lectores. Sí, rescatados, porque hemos de desconfiar de las letras gordas que hasta ahora nos han presentado, diciendo que solo se ha pedido “un préstamo” para los bancos con problemas. La nuestra ha sido una intervención atípica, pero rescate al fin y al cabo, por mucho eufemismo que se emplee para no citar un vocablo que nos recuerda a Grecia, Portugal e Irlanda. Y en lo de no nombrar las cosas tenemos grandes maestros: “sabemos lo que hay que hacer y lo vamos a hacer, aunque hubiéramos dicho que no lo íbamos a hacer”, ha manifestado ya más de una vez el gallego. Pues bien, en lo que queda por hacer estará muy pendiente a partir de ahora la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, pues que nadie crea que esos 100.000 millones de euros (una cifra con once ceros) nos van a salir gratis, por muy ventajoso que sea el tipo de interés al que se refiere el ministro De Guindos.
La Eurocopa no puede convertirse en la cortina que esconde la verdad. Y la verdad es que ya estábamos intervenidos de facto desde mayo de 2010, en tiempos de ZP. Solo faltaba el dinero que también han recibido el resto de países intervenidos, cuando los prestamistas tuvieran claro que aquí se estaba haciendo la primera parte de los “deberes” impuestos. El fiasco de Bankia ha disparado la necesidad de usar de nuevo el fondo de rescate europeo. Tendremos una troika permanentemente vigilante por videoconferencia con la consiguiente pérdida de soberanía en las decisiones. Así pues, esta “ayuda” vendrá bien a los bancos malos, pero la deuda española se disparará y los intereses acrecentados engrosarán el déficit. ¿Qué hacer para llegar entonces al compromiso adquirido de ese 3%? Aquí viene la segunda parte de los deberes, que ponen de manifiesto que las condiciones no solo van a ser para los bancos, como se nos está haciendo creer. Desgraciadamente sí que habrá contrapartidas para la sociedad en general. Entonces empezaremos a descubrir la verdad que no se está diciendo:
La subida del IVA, una de las cosas que no se iba a hacer, acabará por tomar cuerpo en breve. Los funcionarios ya se pueden ir preparando con una nueva merma de sus menguados emolumentos, posiblemente en sus pagas extras. Los empleados públicos con contrato laboral e interinos deberán inventarse otra forma de ganarse la vida, pues perderán sus puestos de trabajo sin atisbo de oposiciones en años. Va a ser difícil también que las pensiones aguanten la congelación por mucho tiempo, y terminarán bajando las consideradas “altas” a partir de un cierto importe. La edad de 67 años empezará a aplicarse sin esperar a los plazos que se habían establecido y hasta es muy posible que las prestaciones por desempleo se acorten en el tiempo. Y si estos deberes no fueran suficientes, existirán “trabajillos” para nota: aumento de tasas públicas, peajes en autovías, etc. ¿Quién va a pagar entonces las consecuencias de la nefasta gestión de cajas y bancos y de este “préstamo en condiciones muy ventajosas”? Pues nosotros, los de siempre. Acostumbrémonos a la letra pequeña. Estamos intervenidos y punto; a prepararse tocan. Aunque ganemos la Eurocopa.
(Publicado en "HOY", 12 de junio 2012)
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